Cuentos del Globo

Bajo el título "Cuentos del Globo", comenzaron a editarse una colección de libros infantiles que recogen historias con una misma matriz pero con algunas diferencias según el lugar donde aparecieron, mostrando la influencia cultural y mítica del entorno, aunque no se sepa si son autóctonas o viajan simplemente de un sitio a otro.
Los volúmenes 1 y 2 de Cuentos del globo, publicados por Pequeño Editor, y que se exhibirán en la próxima Feria del Libro Infantil y Juvenil -que se realizará entre el 9 y 28 de julio-, recogen relatos de Europa, América, Africa y Asia, y en cada región la gente fue contándolos con los personajes, animales, plantas, costumbres, cielos que ellos conocían.
La doctora en antropología por la Universidad de Buenos Aires, Alicia Martín sostiene -en un artículo incluido al final del primer libro- que existen cuentos muy particulares llamados mágicos, de hadas, fairy tales en inglés o marchen en alemán.
"Algunos estudiosos -llamados difusionistas- pensaron que los cuentos también viajaban a través de personas que visitaban nuevas tierras. Otra explicación posible dice que los cuentos se parecen, porque en todos los tiempos y en todos los lugares, las personas han enfrentado dilemas parecidos", afirma.
El cuento "Las hadas", con el que comienza este volumen, es originario de Francia, escrito por Charles Perrault (1628-1703), un funcionario de la corte del rey que a los 55 años comenzó a escribir "Cuentos de mamá oca", que había oído en la cocina de su casa cuando era chico, en la plaza y en el mercado, narrados por gente que no sabía leer ni escribir.
Cuentan que las hadas son criaturas fantásticas y etéreas a las que es muy difícil ver, son protectoras de la naturaleza, sobre todo de las fuentes y los bosques. Tienen poderes mágicos y muchas veces se disfrazan para probar las cualidades de las personas con las que se encuentran.
El segundo relato, "Los dos hermanos y el Coquena", es de Luisa Cruz, una pastora de Jujuy que se lo contó a Berta Bidal de Battini (1900-1984), quien recorrió la Argentina durante más de 30 años, grabando los cuentos maravillosos y las leyendas. Dejó escrito cada cuento tal y como lo oyó sin cambiar una palabra.
En distintas provincias, Coquena es el dios protector de las vicuñas, llamas y guanacos. Es enano y viste con casaca, calzón y sombreros tejidos con lana de vicuña. Calza diminutas ojotas de duende.
De Senegal, es el cuento "Las calabazas del Kous". de Birago Diop (1906-1989), inspirado en las historias que su abuela le narraba todas las noches y los que le había contado Amodou Koumba, el grior de su familia.
En Africa, cada pueblo tiene sus griots -narradores-, que son los encargados de atesorar las historias en su memoria, tal vez, por eso, cuando muere un anciano, dicen, es como si ardiera una biblioteca entera.
El segundo volumen reúne los siguientes cuentos: "La Bella y la
Bestia", de Jeanne-Marie Le Prince de Beaumont (Francia, 1711-1780); "La serpiente mágica", de Adele M. Fielde (Estados Unidos 1839-1916) -una mujer aventurera que vivió varios años en China, donde escuchó este relato-; "Bodas oscuras", de la chilena Dominga Fuentes de Norambuena, quien contaba cuentos desde los 6 años y le relató esta historia al investigador Yolando Pino Saavedra.
Los detalles de algunas versiones de "La Bella y la Bestia" pueden diferir, pero el nundo de la historia es común a todas ellas.
En este libro los cuentos tienen como punto en común distintas bestias; una sin identificar para que cada lector la imagine como quiera y que es la del tradicional relato de "La bella y la bestia", aunque muchos ilustradores han elegido la figura del león para representarla.
En los viejos tiempos, las historias eran contadas junto al fuego, que con su luz enfrentaba a la noche exterior. Y cualquiera podía imaginar monstruos acechando en la oscuridad.
Los cuentos de los dos libros, tienen ilustraciones y mapas donde se ubica el país y el continente donde se originaron.

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