10 propuestas para motivar a los niños a leer más seguido
Muchas veces los padres buscan herramientas para que los más pequeños de la casa lean, buscando que adopten un hábito que parece una misión imposible en los tiempos de las pantallas. Por tal motivo hemos recogido algunos tips de diferentes especialistas que pueden resultarles de utilidad para acercar a los niños a la literatura. También es necesario darse cuenta que si los niños ven a sus padres leer, ellos lo conviertan en un hábito.
Pero, debemos tener en claro que no hay que forzarlos."No se debe convertir en una rutina con horarios estrictos, ni de leer por leer", explica Gabriel Brandariz Montesinos, gerente editorial de contenidos de literatura infantil y juvenil de SM. Así que si quieres lograr que tus hijos lean, deja que te vean disfrutar habitualmente de los libros.
Enseñarles el verdadero placer de leer. Quizá tendemos a convertir la lectura en una obligación y a relacionarla siempre con la escuela y con esa temible palabra: trabajar. ¡Error! "Hay que desmitificar la necesidad educativa para dar a conocer a los niños la parte mágica. Para mí, esa es la mejor manera de incentivar que lean y convertirlos en verdaderos lectores que amen y disfruten de la literatura", explica la escritora gallega María Canosa, autora de libros como 'Rubicundo'(Xerais) o '¿Será correcto' (Hércules Ediciones), este último a dúo con su madre, Concha Blanco.
No se trata sólo de leer. Rocío de Isasa, editora de Maeva Young, propone ampliar miras y usar la literatura para acercar a los chicos a toda la cultura ya que una cosa lleva a la otra de la mano. Quien ama el arte ama la literatura, y viceversa. "Se puede, por ejemplo, preparar con los niños un pack especial, como si fuera un tour, y organizar un día de fiesta que incluya desayuno o comida fuera de casa y visita a un museo y a una librería. También apuntarse a algún cuentacuentos en alguna librería o en Salones del Libro Infantil, como el de Madrid".
Rafael R. Valcárcel, coautor con Cristina Nuñez de 'Te quiero te odio te amo' (Temas de Hoy) propone "organizar lecturas o eventos que inviten a la lectura) en lugares relacionados con las tramas de los libros.
Por ejemplo, se podría comenzar la lectura de 'De la Tierra a la luna', de Julio Verne en un observatorio astronómico...".
La bloguera y organizadora de talleres de literatura infantil Beatriz Millán, es una apasionada de la literatura que ejerce con mucho arte de motivadora de la misma desde su blog. Nos recomienda aprovechar las vacaciones para visitar las bibliotecas públicas a menudo y así conseguir que los niños aprendan a usarlas. "Tener su carnet y una bolsa especial para llevarlos y traerlos les hará sentir muy especiales", explica. Además, el uso habitual de la biblioteca ayuda a desarrollar la responsabilidad en ellos, algo nada desdeñable.
Cada uno debe de leer lo que desee, pero quien regala cuenta con la capacidad de elegir. Y, ¿por qué no regalarles un clásico? La mayoría de los autores entrevistados aseguran que se enamoraron de los libros leyendo alguna gran obra literaria como 'Las aventuras de Tom Sawyer' de Mark Twain (Anaya), La isla del Tesoro, de Robert Louis Stevenson, Mujercitas, de Louise May Alcott o cualquiera de Roald Dahl. De este último, por cierto, se acaba de publicar 'Los fantastibulosos mundos' con ilustraciones de Quentin Blake (Uranio), una joya muy divertida.
¿Qué tal aprender a escribir? La mejor manera de amar las palabras es usarlas con conocimiento y eso no tiene por qué ser aburrido, ni difícil. "Para mí, lectura y escritura son la misma cosa. Y aprender a escribir ayuda a fomentar la creatividad, algo bastante machacado en el sistema educativo y en la sociedad", explica la poeta Mar Benegas, que acaba de publicar 'A juego lento' (Litera), una especie de taller de poesía con forma de libro. Cuajado de juegos y dirigido a todas las edades, está especialmente dedicado a los niños y niñas. Pero además, es perfecto para aquellos padres y madres que no se 'atreven' a inventarse un cuento o una poesía. Luego, los niños pueden compartir sus creaciones literarias en la web A juego lento.
Regalarles un dispositivo digital de lectura. Como explica la escritora Natalie Convers, autora entre otros de la premiada novela 'Mariposas en tu estómago' (Planeta), "estamos en plena era digital. Ya no necesitas ser una Rory Gilmore para cargar durante las vacaciones con todos esos libros que quieres leer. Desde el celular, tablet o con un buen e-reader cualquier lectura está a tu alcance, a veces por menos de un euro".
Dejarlos elegir. En el colegio suelen decirles qué leer. Los mayores tendemos a comprarles los libros. ¿Dónde queda la voluntad de los chicos? Para Daniel Vilalta, autor de la novela juvenil 'Anatoly y la ruta de los espíritus errantes' (MillenniArs), es fundamental que sean ellos quienes elijan. "Que aprendan a dejarse llevar por lo que les hace sentir la portada. Si les llama la atención, que cojan el libro, que lean el argumento y que miren las ilustraciones si las tiene. Y si les hace sentir algo especial, como un cosquilleo, ese es un libro para ellos con el que van a disfrutar.
El tema da igual, pero que les provoque curiosidad. ¿Vampiros? Pues a leer sobre vampiros. Más adelante el corazón les pedirá otros temas. Pero ya tendrán el hábito de lectura entrenado y para ellos será un placer leer y no un esfuerzo o una obligación".
Que, además, sea un juego. Las editoriales ofrecen una gran variedad de libros infantiles con los que, además de leer, se puede jugar. Percibir la lectura como un juego ayuda a acercarla a los niños más reacios. Obras como 'Los Vengadores unidos, de (Marvel), que incluye las biografías de los superhéroes y los muñecos para que creen sus propias historias o 'Cuentos de princesas' (SM), que además de tres relatos lleva decorados y marionetas para representarlos, pueden ser ideales para empezar.
El libro "¿Sales a jugar?", de María Pascual (Narval) compila juegos infantiles tradicionales desde los tiempos más remotos. "Es una pequeña reivindicación de la recuperación del espacio público. El juego libre es fundamental para que los niños puedan superar conflictos, desarrollar su autonomía, sus destrezas, su imaginación o aprender a negociar acordando reglas...", explica María Pascual quien, además propone recuperar las calles para los más pequeños. "Vivimos en un país con un clima perfecto para disfrutar al aire libre y es una diversión que no supone gastos en la que lo único indispensable es contar con cómplices para jugar".
Leer y viajar. Es muy propicio utilizar la expectativa que generan los viajes que realiza la familia para buscar libros que se relacionen con el destino a visitar o simplemente una historia de viajes. Leer y viajar también es un gran entretenimiento para evitar esos momentos de aburrimiento en la ruta y que pueden ofrecerle a los niños una gran alternativa para hacer más llevadero el camino.