Fábula. La lora y el mico mentiroso
n mico bandido y malandrín encaramado en un arbusto, a una lora reposada en su sombra, le dio tremendo susto. Tengan cuidado, un pavoroso gato con hambre, ronda este lugar, reía y gritaba el mico, mientras la lora descansaba.
No había acabado el mico de hablar, cuando la lora se echó a volar desde la copa del árbol mas alto, a este le contestaba: es usted un mentiroso, no veo ningún gato que venga en acoso. No había acabado de contestar la lora, cuando al frente de las narices del mico apareció un león a un instante de comérselo.
Disculpe si lo interrumpo, buenas tardes señor, pido a usted por mi amigo, el mico, una oportunidad por favor no vaya usted a devorarselo y usted amigo mico se me parece al pastor mentiroso, prometa al rey león, mentiras nunca más decir, que eso no es nada gracioso.
Perdónelo, imploró la lora al león, amigo de vieja data tal vez por su perorata, tuvo compasión y el mico aprendió muy bien la lección "decir mentiras no es nada gracioso, además de vergonzoso, puede ser peligroso."
La lora y el mico mentiroso
Esta fábula fue escrita por Jaime Eduardo Castellanos Villalba de Cúcuta, Colombia (). La misma fué ilustrada por Fátima Maida de Argentina ()