Fábula. El Señor Grillo y el Hornero
urante todo el mes de junio, el hornero trabajó para hacer su propia casa. Mientras tanto, el señor grillo se la pasaba cantando con sus amigos de bar en bar. Un día, el hornero lo observó y dijo:
- Este se la pasa cantando y no trabaja nunca. Un rato después, el grillo se le acercó y le dijo:
- ¿Te sucede algo hornero?
- No, solo observo y la verdad que te admiro grillo- respondió el hornero muy cansado.
- ¿A mí?- le preguntó el grillo.
- Sí a tí, porque te la pasas cantando de aquí para allá. ¡A mí me encantaría divertirme como vos!- exclamó el pájaro.
- Pero tú no entiendes hornero que yo me fatigo mucho cantando. El ave, después de un largo día de trabajo dijo:
- ¡Tengo una idea! Tú vas hacer mi trabajo y yo haré el tuyo.
- Mmmm bueno.- dudó el grillo. Al final del día siguiente se encontraron en el bar la esquina.
- Perdóneme hornero pero su trabajo es muy agotador. Yo me quejo de que mi trabajo es mucho, pero no sé lo que significa estar agotado.
Lo que hace usted sí que es verdaderamente cansador. -dijo el grillo. Así, desde aquel día, el grillo pudo valorar el trabajo del otro gracias a la idea del hornero.
MORALEJA: Debes valorar el esfuerzo y el trabajo de los demás.
El Señor Grillo y el Hornero
Esta fábula fue escrita por Ayelén Díaz de Caferata, Argentina () a los 12 años de edad