Festival Nacional de Literatura en Santa Fe
Es tan importante que el Filba Nacional se organice este año en Santa Fe, no sólo por la lista notoria de escritores contemporáneos que ha nacido en la región, baste con nombrar a Angélica Gorodischer, a Jorge Riestra, a Liliana Bodoc, a Elvio Gandolfo, a Patricia Suárez o al propio Fontanarrosa", expresa a la AgenciaTélam Diana Bellesi, poeta argentina nacida en Santa Fe y parte del consejo asesor del festival.
La poeta -autora de La rebelión del instante- abordará la presencia del río en la literatura, como socio y como enemigo, junto a Carlos María Domínguez, Damián Ríos y Sonia Scarabelli en el panel "Río revuelto", apunta.
"Aunque dejaré la narrativa de lado, a pesar del gigante del siglo XX que tiene Santa Fe, Juan José Saer, para dedicarme a la poesía que se ha escrito allí, entre ella El arte de narrar, del propio Saer", dijo.
"Cuando digo Santa Fe -continúa Bellesi- no me refiero sólo a la ciudad, sino también a Rosario y a todos sus pueblos aledaños de donde surgen poetas de primera magnitud, como José Pedroni (1899-1968), Arturo Fruttero (1909-1963), Irma Peirano (1917-1965), Felipe Aldana (1922-1970), Amelia Biagioni (1916-2000), Aldo Oliva (1927-2000), Hugo Padeletti (1928) y Hugo Gola (1927).
Para la escritora, esos son algunos gigantes, "con la sombra atrás de Juan L. Ortiz (1896-1978) que desde Entre Ríos irradió su poderosa influencia en la poesía de Santa Fe y de toda Argentina".
Según Bellesi, "harían falta muchos Filba para agotar la celebración y el estudio de la literatura de esta región, lo que muestra aquello que los organizadores de este festival tienen en claro: la literatura argentina no se acaba en Buenos Aires".
El escritor Carlos Bernatek, quien nació en Buenos Aires pero vivió muchos años en Santa Fe y se desempeñó como Subsecretario de Gestión Cultural en esa provincia, piensa que "es bueno que el Filba, pese a su nombre, no solo se haga sino que pose su mirada en aquello que se suele llamar «el interior del país»".
"Despojado de cualquier patrioterismo provinciano, creo que la literatura argentina centralizada en Buenos Aires está muy acostumbrada a mirarse el ombligo y, cada tanto, descubre a un autor de provincias, sobre todo cuando llega a Buenos Aires y consigue publicar algo significativo", explica el autor de Rencores de provincia, quien participará del panel "Tensiones regionales".
Fernando Callero, escritor nacido en Entre Ríos, dice que "es una época interesantísima para la literatura en Santa Fe, ya que desde un tiempo a esta parte proliferaron las librerías de libreros, los proyectos editoriales, los autores jóvenes tienen mayor acceso a formación, intercambios y posibilidades de publicación"
Además, "desde hace 8 años la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral viene desarrollando «El argentino de literatura», un foro de discusión muy saludable", explica el autor de El espíritu del joven Borja, quien ofrecerá un recital de poesía, junto a Sonia Scarabelli, Mario Ortiz, Beatriz Vignoli, Diana Bellessi y Francisco Bitar.
Por su parte, Francisco Bitar, poeta nacido en Santa Fe, menciona que "esta es una buena oportunidad para volver a una serie de preguntas fundamentales: ¿qué significa producir desde este punto del planeta?, ¿qué me une a otros escritores que, desde este lugar, intentaron hacerlo antes que yo?, ¿cómo se procesa esta producción desde `afuera`, sobre todo desde Buenos Aires?".
Y explica: "creo que estos problemas pueden pensarse a partir de las características de los invitados del Filba que, a grandes rasgos, formarían dos grupos: el de los escritores santafesinos y el de los escritores del resto del país".
"Significa además una gran oportunidad de revisar la «actualidad literaria» y saber en qué andan otros escritores. Pero, sobre todo, creo que se trata de una celebración y confío que lo mejor va a estar en el contacto, en la calle y la trasnoche", sostiene el poeta, quien formará parte del panel "El río en mí".
Por último, la poeta Sonia Scarabelli, nacida en Rosario, cuenta que "la ciudad de Santa Fe siempre tuvo para mí una impronta que me animaría a llamar legendaria, como si fuera una especie de zona de contacto con un imaginario que desde el sur de la provincia, desde Rosario, donde yo crecí y vivo, es de acceso más limitado, un modo de entrar en el tiempo y en un paisaje diferente".
"Creo que por su historia social y política -desde aquella primera fundación abandonada del siglo XVI hasta hoy-, por su ubicación, pero también por su significado cultural y literario, que más tarde se volvió, además, personal", explica la autora de "Celebración de lo invisible".
Y destaca: "leí Glosa, de Juan José Saer, en 1987, cuando tenía 18 años: Leerla fue un deslumbramiento que con el tiempo se convirtió en un modo de mirar".
"Esa novela me abrió otro mundo, uno cercano en más de un sentido, y marcó con un sello particular mi relación con la literatura argentina, que creo que tiene como una de sus marcas distintivas la capacidad de poner a dialogar sin mayores dificultades lo universal con lo local", expresa la escritora que participará de varios paneles y lecturas públicas.
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