Arte e identidad en nuevos cuentos infantiles
Una breve selección de cuentos infantiles urbanos destaca el ingenio de los niños al transformar su entorno mediante el arte, la música y la artesanía y sacar a relucir la magia de lo cotidiano.
Al incorporar formas de arte y narrativa tradicionales, estos cuentos fomentan la exploración artística de la herencia cultural de los chicos y contribuyen a su valoración.
“Sofi y el mágico mural musical”, de la puertorriqueña Raquel Ortiz, parte de la tradición urbana del mural para presentar la rica herencia cultural boricua.
La pequeña Sofi camina a la bodega de su barrio bajo la vista aguda de su madre, pero se detiene ante el colorido mural al frente de su edificio.
Los bailarines del mural con sus pintorescos atuendos atraen a la pequeña y la transportan a la isla de Puerto Rico.
Entre baile y música, aparece un “vejigante”, figura tradicional del carnaval isleño que, con su máscara y bolsita de maldades, le causa miedo y curiosidad a la pequeña visitante.
La aventura de Sofi continúa al convertirse ella misma en “vejigante” y tomar vuelo sobre las calles sanjuaneras y los árboles del Yunque antes de que la voz insistente de su madre la regrese a la acera de su barrio frente al mural.
Publicado en edición bilingüe por el sello Piñata de la editorial Arte Público, el cuento fue inspirado por el “El pueblo cantor”, un mural en El Bronx, y la labor educativa de la autora, quien se ha dedicado a explorar la relación entre el arte muralista urbano y la identidad.
Las ilustraciones estuvieron a cargo de María Domínguez, artista y educadora puertorriqueña residente en Nueva York, quien en los últimos 25 años ha colaborado en más de 20 proyectos de arte urbano en el área metropolitana.
Otro título reciente de Piñata, “Las cometas de Francisco”, de Alicia Klepeis, narra la historia de un niño salvadoreño recién llegado a Chicago.
Francisco extraña a sus amigos y los colores de su pueblo, sobretodo el volar cometas, una actividad relajante que solía compartir con sus compañeros, pero, desafortunadamente, su madre no puede comprarle una.
Determinado en hacer una por sí mismo, Francisco recorre las calles en busca de materiales y pronto tiene lo necesario para crear una cometa sencilla que se eleva sobre los techos de su nuevo barrio.
Su modesto diseño original da lugar a otros más elaborados que llaman la atención del dueño de una tienda de objetos reciclados, quien le propone venderlos en su tienda, pagándole al chico por su labor creativa.
Las cometas de Francisco lo ayudan a ver su entorno con nuevos ojos, el cual va transformando como los materiales reciclados que usa para elaborar sus nuevas creaciones.
Publicado también en edición bilingüe, el libro está ilustrado por Gary Undercuffler, cuyos elegantes dibujos complementan la narración.
“Llueve chocolate” (QM Editorial), de la mexicana Gloria Trejo, es una colección de cuentos breves y poemas que se enfocan en un personaje tradicional, el Panchito, cuyas aventuras deleitan y sirven de ejemplo a los pequeños.
Trejo inicia el libro con una niña que a la hora de dormir le ruega a su nana que le cuente un cuento que nunca antes le haya contado.
Su nana le cuenta la historia de Panchito, un niño que al caminar al lado de un arroyo escucha el llanto de una vocecita leve. Al detenerse, descubre un hada diminuta a punto de ser devorada por un sapo, a quien salva de inmediato, con lo cual obtiene un deseo.
Tras pensarlo un poco, Panchito pide ser niño para siempre. El hada le concede el extraordinario deseo y los cuentos que siguen son las aventuras de este niño eterno.
Algunos cuentos se desarrollan en el mundo de los sueños, como el del título y esa deliciosa lluvia de chocolate que cubre al niño de pies a cabeza.
Pero otros narran situaciones actuales, como una mudanza a la ciudad, el cruce a un país nuevo, y los retos de un idioma extraño y costumbres diferentes que la autora aborda con dulzura e imaginación. (EFE USA)
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