Noche de las Librerías en Buenos Aires

La porteñísima calle Correintes era un incesante rumor peatonal, hasta Callao y un poco más allá, hasta Junín, pero la fiesta se extendía también por avenida de Mayo, zona de librerías de "viejo", y por San Telmo, Belgrano y por supuesto, Palermo, donde se concentra la oferta más sofisticada, en surtidos, precios y variedades.
70 actos -entre los que participan escritores como Claudia Piñeiro, Sebastián Chilano, Juan Sasturain, Juan Carlos Kreimer, Sergio Olguín y Leonardo Oyola, entre otros- animaban el paseo cultural con lecturas y representaciones en "El Gato Negro" .
En "Crack Up" de la calle Costa Rica, Christian Ferrer será, junto a una invitada sorpresa, el encargado de presentar una nueva colección (que financia esa casa): "Excursiones", cuyo primer título es un libro del ensayista cordobés Diego Tatián.
Guillermo Piro, Daniel Guebel y Miguel Vitagliano serán libreros en Eterna Cadencia, sobre la calle Honduras, centro neurálgico de una movida cultural que todo indica marcará un hito a lo largo de esta década.
El librero amigo, en Corrientes casi Ayacucho, se asombra de los tres ejemplares que vendió de "El hombre sin atributos", de Robert Musil, un volumen de más de mil páginas no apto para leer en la playa.
Solicitado mucho también por el lector, dicen los muchachos de Losada, es "Bicizen", de Juan Carlos Kreimer, que reúne la pasión por ese vehículo con el zen, en la ciudad donde las bicisendas son un ejemplo, cierto que quizá no tan perfecto como en Suiza.
En general los libreros consultados por la agencia nacional de noticias esperan vender una cantidad superior a la media de cualquiera de los días habituales, confirmando que el porteño, para el visitante del interior y del exterior, es un personaje que tiene a la lectura como una de sus actividades centrales.

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