Obra infantil gana el Premio Amster-Coré

Creado en 2006 por el Consejo de la Cultura, el Premio Amster-Coré será entregado el próximo martes 30 en la Feria del Libro de Santiago y contempla $ 4 millones para cada categoría. "Esto permite una valoración más específica de los oficios y potencia nuevos nombres en el sector", dice el ministro Luciano Cruz-Coke.
Amster y Core son los padres indiscutidos de la ilustración y el diseño en Chile. Desde los años 30, Mario Silva Ossa (Coré) estuvo a cargo de las portadas del Peneca, revista que formó a toda una generación de niños, entre ellos escritores como Miguel Arteche, Enrique Lihn y Jorge Teillier, además de ilustrar decenas de clásicos infantiles, como La isla del tesoro y Sandokán. En paralelo, el polaco Mauricio Amster, refugiado del Winnipeg, hacía lo propio como amo y señor de los libros en nuestro país, al crear las portadas de obras de Neruda, Mistral y Huidobro y trabajar en casi 10 editoriales al mismo tiempo. "Era muy versátil, desarrolló por lo menos ocho estilos distintos. Es imposible que tengamos otro como él, también porque el libro dejó de tener el estatus social que hoy ostenta el computador o el iPad", ha dicho el diseñador Guillermo Tejeda al diario La Tercera, uno de los mayores conocedores de la obra de Amster. Aunque podría estar equivocado.
Tras 80 años, la influencia de Coré y Amster sigue incólume, así lo demuestra el colectivo formado por los veinteañeros Flor Argemí, Conrado Muñoz y Javier Quintana, quienes en 2011 diseñaron y autoeditaron el libro Por la güeya del matadero, de los investigadores Karen Donoso, Araucaria Rojas y Luis Castro, y que acaban de recibir parte del Premio Amster-Coré, dedicado a lo mejor del diseño gráfico y la ilustración en la industria editorial local.
"Nuestro referente máximo es Amster; es un orgullo tener este premio", dice Conrado Muñoz. "Para el libro nos inspiramos en la cultura popular del barrio Franklin y Estación Central, donde se desarrolló el oficio de matarife en el siglo XIX".
En el lado de la ilustración, la ganadora es la argentina Laura Varsky, creadora del libro infantil Lady René, publicado por la editorial local Pehuén. "Lady René nació primero como tipografía. El cuento, de hecho, es una excusa para enseñar el diseño de las letras", cuenta Varsky. Sin embargo, Pehuén se interesó en el producto total y le ofreció editar el libro basado en una canción popular de Harry S. Miller del 1800 y que cuenta la historia de una gata a la que todos intentan eliminar, pero que se niega a desaparecer. "Al final, la gata es la heroína, siempre se sale con la suya. Es un cuento crudo como los originales infantiles de esa época y es justamente la ilustración la que logra darle sutileza y gracia. Me gustan las formas orgánicas y sinuosas y que el diseño se construya junto con la ilustración", dice Varsky, conocida por diseñar las carátulas del cantante León Gieco y por ganar, en 2010, un Grammy Latino a la mejor dirección de arte por el disco Café de los Maestros.

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