Fábula. La Cigarra y la Hormiga
antó la cigarra durante todo el verano, jugó y descansó, y se enorgullecía de su habilidad para el arte. Al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano, ni nada para comer. Fue entonces a llorar su hambre a las hormigas vecinas, pidiéndoles que le prestaran de su grano hasta la llegada de la próxima estación.
- Te pagaré la deuda con sus intereses; - les dijo -antes de la cosecha, te doy mi palabra. Pero las hormigas, enojadas por la situación, le preguntaron a la cigarra:
- ¿Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y agradable? - Cantaba noche y día libremente - respondió la despreocupada cigarra.
- ¿Conque cantabas? ¡Cuanta sinceridad! Entonces ponte ahora a bailar. No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.
La Cigarra y la Hormiga
Esta fábula fue escrita por Jean de la Fontaine de Francia ()