Cuento. Los dos enanitos y la palmera
os enanitos cargando su lampa al hombro retornaban a su casa luego de realizar sus tareas agrícolas en el campo. Durante su trayecto ambos tenían mucha sed y para calmarla buscaron algún chorrito con agua. Al no hallarlo siguieron su camino y metros más allá vieron una palmera repleta de cocos. De inmediato ambos lanzaron piedras para poder tumbar uno pero fue inútil porque la puntería les falló.
Después cada uno agarró un palo para hacer dicho proceso pero tampoco fue un resultado positivo debido a su reducido tamaño y por lo elevado donde estaban colgados los cocos.
Dándose por vencidos dijeron:
- ¡Solo nos queda aguantar la sed! - sin embargo el enano mayor se percató que en el centro del tronco de la parte trasera sobresalían espinas y que le fue favorable para subirse a ella y muy optimista le dijo a su hermano menor:
- ¡Ya tengo la solución para jalar los cocos.
El otro enano le pregunta:
- ¿Cuál es…? y le expone el plan siguiente, que el cavaría un hueco hondo, luego plantamos el palo más largo lo apoyamos en el tronco tú lo sujetas para que no se caiga mientras yo escalo, logrado ese primer paso el enano pisó la primera espina con bastante cuidado, allí trepó las demás y aunque tardó mucho logró llegar donde estaban los cocos y cosechó todos los frutos.
Después de haber cumplido ese esmerado objetivo, el enano bajó de la palmera a beber junto a su hermano agua fresca y natural surgiendo de su vital necesidad donde además los dos enanos agradecieron a la palmera de ponerlos en el camino cuando requerían del recurso hídrico diciendo:
- ¡gracias a tus hijos ahorita estuviéramos muertos de deshidratación y así estos hombres que pese a su baja estatura lograron su anhelo con inteligencia afrontando la altura.
Moraleja: de idea habilidosa su solución saldrá exitosa.
Los dos enanitos y la palmera
Este cuento infantil fue escrito por Luis David Gamonal Suarez de Chiclayo, Perú (
) a los 29 años de edad
