Fábula. El mono y el majaz
n mono caminaba por un sendero del bosque, en su trayecto encontró un racimo de plátanos, este a la vez quiso cosecharlo para comerlos, sin embargo luego cambia de opinión diciendo:
- ¡volviendo los llevo! Y se fue a dar un paseo.
A unos metros más allá se cruzó con un majaz este le saludo diciendo:
- ¿Cómo estas amigo mono?
Y este le contesta brevemente:
- ¡bien! Y continúo su ruta.
Mientras el roedor se desvió por los matorrales tratando de buscar alguna fruta que ingerir y lo primero que vio fueron los mismos bananos hallados anteriormente por el simio, y sin dudarlo dos veces se apropió de ellos. Poco después llego el mono a llevar su encargo, pero dio con la sorpresa que otro lo estaba disfrutando y muy molesto va y reclama al majaz diciendo:
- ¿Por qué jalaste mis plátanos ?
y el roedor contesta modestamente:
-Lo siento amigo todas las plantas que rodean este bosque son libres, además si dices que son tuyos debías aprovecharlo en el preciso momento que lo conseguiste! Y se fue dejándolo con las ganas de saborear la fruta al mono y este se lamenta diciendo:
-¡Debí esconder los racimos antes de nada!
Moraleja: Si tú encuentras una oportunidad u objeto que te pueda beneficiar aprovéchalo ese mismo instante de lo contrario otros te pueden ganar de mano.
El mono y el majaz
Esta fábula fue escrita por Luis David Gamonal Suarez de Chiclayo, Perú () a los 29 años de edad